13 de diciembre de 2010

Senderos...


Caminando estaba ya por varios años, por senderos difíciles de transitar, llenos de obstáculos, que atravesaba con la consigna de que de algo serviría tanto dolor, tantas lágrimas derramadas sobre el suelo cubierto con piedra arenosa y afilada, el cual pisaba descalza. Con el pasar del tiempo, sus pies se volvieron ásperos y callosos para soportar tal travesía, y sus lágrimas se secaron, quizá hasta que la fuente de aquellas gotitas cristalinas se llenara de nuevo.
Cuando la resignación se apoderó de su ser, convencida de que su destino siempre sería así, el camino la llevó a un bosque. Sus pies cansados pisaron en hierba y tierra húmeda; y se alimentó con los frutos que tomaba de los árboles, de aquellos árboles frondosos que parecían inclinar sus ramas ofreciéndole sus criaturas maduras y jugosas.











Se dejó consolar por la brisa apacible que la invitaba a bailar y a sanar sus heridas. El bosque se presentó ante ella como el final de su trayecto; así decidió tomarlo y regocijarse en el disfrute de la tranquilidad que aliviaba su alma cansada.

¿Sería aquel lugar el paraíso? Así lo creía durante las largas caminatas que daba descubriendo todos sus recovecos hasta que encontró un sendero, el primero que veía desde su llegada y el único. La incertidumbre la invadió, pues sintió el creciente deseo de aventurarse fuera de su lugar seguro, pero ¿qué le depararía tal aventura? ¿Sería capaz de regresar al bosque a voluntad o se perdería en el trayecto de regreso? Para qué salir de ahí si, finalmente, entre los árboles había encontrado su tan ansiada paz.

Dio media vuelta para internarse de nuevo en el espacio que sentía suyo, solo siete pasos y dio otra media vuelta, tomó una gran bocanada de aire y con una sonrisa inusitada en los labios se decidió a descubrir qué le depararía aquel sendero desconocido. La vida continúa...

1 comentario:

  1. yo digo una cosa a veces la vida se trata de tomar grandes decisiones a veces pueden parecer meros impulsos pero cuando realmente te das cuenta has tomado la mejor decision posible. A veces hay que lanzarse al vacio para vivir

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