24 de agosto de 2011

El giro esperado (I parte)

Veintiún años de matrimonio. Dos hijos, una a punto de cumplir la mayoría de edad y el otro aún niño. Se casó joven y tuvo la "fortuna" de hacerlo con un hombre que supo amasar dinero y que ha compensado la rutina en la que se ha sumido su matrimonio complaciéndola con accesorios caros y gustos extravagantes.



Viéndolo desde fuera, parecía que ella tenía la vida perfecta: matrimonio a prueba de divorcio, hijos poco problemáticos y dinero. ¿Qué más le podía pedir a la vida? ¡Vaya, qué pregunta! La respuesta, insospechada.

Ya no recordaba si siempre se sintió así o si fue un gusto que adquirió con el pasar de los años, al aceptar que su marido desde hace bastante tiempo no le provocaba ni encendía. Él había acudido a las películas que limitan la sexualidad al coito enfocado desde todos los puntos, para ver si lograba estimular a su esposa y, finalmente, lo conseguía; pero poco a poco él se dio cuenta que las escenas que la motivaban eran aquellas en las que participaban solo mujeres.

Ella cerraba los ojos y se dejaba penetrar imaginándose que era una mujer su interlocutora sexual. ¡Sí, mujer! Sus fantasías alrededor de un encuentro sexual lésbico se hicieron tan presentes, que un día empezó a navegar en el internet con la intención de encontrar la forma de materializarlo. Descubrió un sitio para dejar mensajes con el fin de conocer mujeres con los mismos intereses. Escribió cuatro líneas con bastante meticulosidad, intentando parecer lo menos necesitada posible, algo seductora y llamativa, dejó su correo electrónico, uno que inventó minutos antes exclusivamente para ese fin.

Durante las tres semanas siguientes, entraba a ese correo al menos unas dos veces por día, hasta que finalmente encontró respuesta; una joven 12 años menor a ella hizo eco de su propuesta. Se escribieron todas las noches. Ella aprovechaba la ausencia de su esposo que viajaba por cuestiones laborales y el descanso de sus hijos para sumergirse en las sensaciones cibernéticas que le provocaban los chats con su nueva amiga. ¿Cómo era posible que unas cuantas frases insinuantes le atravesaran el cuerpo y la hicieran alucinar de esa manera? Su imaginación volaba y se dejaba cautivar hasta el punto de navegar en su propio río.

Ambas acordaron no enviarse fotografías y encontrarse un viernes, luego de dos semanas de relación virtual, para ponerle rostros, cuerpos y voz real a toda aquella alucinación. Llegó antes al encuentro y sentía que el nerviosismo y la ansiedad la iban a matar. La percepción del tiempo suele ser tan caprichosa, los diez minutos de espera le parecieron horas de agonía, hasta que la joven apareció y se acercó. ¡Vaya mi suerte, sí que es linda! pensó y trató de disimular su entusiasmo. Se saludaron con cierta familiaridad y empezó una conversación algo forzada y entrecortada que fue relajándose a medida que las copas de vino, que iban y venían, y los cigarrillos, que se prendían y apagaban, hacían su efecto...

Luego de cinco horas de conversación y coqueteo abierto, la subió a su auto y la dejó en su casa; por más que sintió que su cuerpo la deseaba, toda clase de temores y remordimientos se apoderaron de ella. Toda una vida heterosexual y un matrimonio de dos décadas no podían consumirse en una noche. Llegaron a casa de la joven y cerraron una gran noche con un beso, ¿uno? uno de esos que saben al primero, uno de esos que parecen el último en la vida, donde lo exterior se esfuma y solo quedan los labios y las lenguas danzando al son del deseo. De nuevo la percepción del tiempo hizo su parte, y aquellos minutos se perdieron en el engaño de la eternidad.

Aquella madrugada no pudo conciliar el sueño, se vio asaltada por la emoción de su primer beso a una mujer, su primera experiencia lésbica. Si todo esto le provocó un solo beso, ¿qué le depararía un encuentro sexual? Eso era algo que tenía que averiguarlo...


2 comentarios:

  1. Las libertades que podemos ganar si nos dejamos llevar por nuestros deseos??!!!!

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  2. Me encanta la historia, la magia conl que estas describiendo los hechos, y aunque se el resto de la trama, espero ansiosa la segunda parte jajaj besoos...

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